Los vinos de postre son bebidas dulces de sobremesa elaboradas con distintas uvas y métodos de producción. En general, elegir al elegir el vino para el postre es importante tener en cuenta la textura del postre y su acidez. Los postres densos, cremosos o más empalagosos, con mucha nata o crema maridan bien con vinos más dulces.

El vino de postre es una amplia categoría de vinos dulces destinados a ser servidos al final de una comida. Estos vinos suelen ser más dulces y tener un mayor contenido de alcohol que otros tipos de vino, e incluyen una amplia gama de tipos como vinos fortificados, vinos tintos dulces y vinos espumosos. Se pueden servir vinos de postre con dulces o con una tabla de quesos, pero muchos vinos de postre -como los vini da meditazione (vinos de meditación)- se pueden tomar solos.

Las técnicas especiales de cosecha y vinificación dan a los vinos de postre su dulzura característica:

• Cosecha tardía: Las uvas cosechadas más tarde son más maduras y dulces. Las uvas pueden incluso dejarse marchitar en la viña para obtener un dulzor más concentrado.
• Fortificación: Los vinos fortificados se elaboran añadiendo al vino otra bebida alcohólica, como el brandy. Esto aumenta el contenido de alcohol y detiene la fermentación. (Los vinos secos, en cambio, se fermentan hasta que la mayor parte del azúcar se ha convertido en alcohol).
• Pudrición noble: Cuando el hongo Botrytis cinerea ataca a las uvas maduras, éstas se vuelven increíblemente dulces y capaces de producir vinos muy envejecidos.

Casi todas las regiones vinícolas del mundo tienen sus propios vinos dulces de postre. Estos son algunos de los vinos de postre más conocidos:

Eiswein: Literalmente «vino de hielo», este vino dulce no fortificado de Alemania y Austria se elabora con uvas -a menudo Riesling- que se han congelado en la vid, concentrando tanto su dulzor como su acidez.

Beerenauslese: Esta denominación, que significa «selección de uvas» en alemán, se da a los vinos de Alemania y Austria que se elaboran con uvas, como Riesling y Gewürztraminer, que han sido afectadas por la podredumbre noble.

Passito: El Passito es uno de los tipos de vino para acompañar postres con mucho éxito en Italia de uva seca sin fortificar. El secado de las uvas concentra los azúcares, dando lugar a un vino más dulce y alcohólico. Muchos vinos italianos populares se elaboran también como passito, como el Brachetto d’Acqui y el Moscato di Pantelleria.

Moscato d’Asti: Este vino dulce, no fortificado y ligeramente espumoso, procede del Piamonte, en el noroeste de Italia. El Moscato d’Asti es más un vino de desayuno que de postre, pero el Moscato d’Asti Vendemmia Tardiva, elaborado a partir de uvas secas, tiene un pronunciado dulzor más típicamente asociado a los postres. Ambos se elaboran con Moscato Bianc.

Madeira: El Madeira es un vino fortificado de la isla de Madeira en Portugal, a 450 millas de la costa de Marruecos. La oxidación intencionada durante el proceso de elaboración crea notas de nuez, manzana magullada o albaricoque en estilos que van de secos a bastante dulces, y tonos de ámbar claro a caramelo leonado.

Vino de Oporto: Este vino fortificado recibe su nombre de la ciudad de Oporto (Portugal) y se produce en el valle del Duero. El oporto se elabora con uvas blancas y tintas. Mientras que el oporto siempre se envejece al menos dos años, el tawny port se envejece aún más, entre 10 y 40 años.

Tokaji Aszú: Elaborado a partir de uvas parcialmente secas afectadas por la podredumbre noble, este vino húngaro no fortificado tiene un alto contenido de azúcar residual. Suele ser de color naranja debido al contacto con la piel en el proceso de elaboración.

Sauternes: Sauternes es uno de los tipos de vino para acompañar postres muy recomendado en Francia, al sur de Burdeos, famosa por su producción de vinos blancos dulces no fortificados. Se elabora principalmente con uvas Sémillon y Sauvignon Blanc afectadas por la podredumbre noble.

Vin doux nature: Este vino, que significa «naturalmente dulce» en francés, se elabora deteniendo la fermentación con la adición de alcohol. Las uvas implicadas suelen ser las variedades de uva moscatel y garnacha.

Jerez: Este vino fortificado se produce en la región de Jerez de España y se elabora a partir de la uva Palomino, Moscatel o Pedro Ximénez. La producción de jerez es única en el sentido de que el bodeguero expone intencionadamente el vino al oxígeno, lo que le confiere un perfil de sabor a nuez y salmuera.