El mercado internacional del vino, y especialmente el español, está en auge, con cada vez más bodegas que producen variedades únicas, que exportan fuera de nuestro país o con denominaciones de origen que mejoran año a año. Trabajar en un restaurante como sumiller es una profesión muy prestigiosa y puede ayudarte a ascender en los restaurantes de cierto nivel.

Si te interesa el mundo del vino, este curso te ayudará a entender cómo debe hacerse la cata desde un punto de vista profesional. El curso te enseñará a diferenciar y apreciar las distintas categorías de vino de nuestro país,

Si eres aficionado al vino y al enoturismo, probablemente conozcas una de sus actividades clave: la cata de vinos. Casi todas las bodegas incluyen catas de vino en su programa de actividades, tanto para los que se inician en el mundo del vino como para los expertos catadores. Hay que abandonar la anticuada idea de que este tipo de actividades son para profesionales o personas con grandes conocimientos sobre el vino. El vino está ahí para ser disfrutado por todo el mundo.

¿Qué tipos de catas hay?

No hay un solo tipo de cata de vinos, y no todos tienen el mismo ceremonial y procedimiento. Se pueden distinguir tres tipos de cata:

• Cata vertical. Aquí se degusta el vino de la bodega, pero de diferentes añadas.
• Cata horizontal. Aquí se catan diferentes vinos de la misma añada y de la misma denominación de origen.
• Cata a ciegas. Se trata de una cata en la que se degustan diferentes vinos sin ninguna información previa.

¿Cómo se cata un vino?

El objetivo fundamental de una cata es analizar sensorialmente el vino para explorar sus características y propiedades en uno de sus tres niveles: visual, olfativo y gustativo. En otras palabras, se trata de conocer las diferentes cualidades del vino a medida que lo degustamos.

Para no dejarse influenciar por elementos externos que distorsionen la apreciación del catador, la cata debe realizarse en un lugar bien iluminado, sin olores, bien ventilado y a una temperatura media. También es importante utilizar copas transparentes e incoloras que no distorsionen la apreciación del color y el brillo del vino por parte del catador.

Fase visual

Después de descorchar el vino, huele el corcho. Esto puede darnos muchas pistas sobre el estado del vino que vamos a degustar. Cogemos la copa, siempre por el tallo o la base, y la inclinamos a 45º sobre un fondo blanco, el mantel o una servilleta por ejemplo, para observar el color, el brillo y la limpieza del vino. Si se puede ver a través del vino, se puede decir que es una capa baja. Si, por el contrario, es difícil ver lo que hay detrás de la copa, decimos que es un vino de capa alta. Por otro lado, el color del vino nos dará una idea de su edad; si es brillante y de color cereza, es joven; si es de color granate, probablemente sea mayor y de crianza.

Fase olfativa

En esta fase se huele el vino acercando la copa a la nariz para apreciar los aromas primarios, propios de la variedad de uva. A continuación, se mueve la copa y se vuelve a oler para inhalar los aromas secundarios, los resultantes del proceso de fermentación.

Por último, se realiza un tercer batido para distinguir los aromas terciarios, el bouquet, aquellos que se desarrollan a medida que el vino envejece.

Fase gustativa

Por último, el vino se degusta tomando un pequeño sorbo. El ataque es esa primera impresión que recibimos al degustar el vino, que debemos pasar de un lado a otro de la lengua si queremos apreciar los cuatro sabores básicos. Si un vino logra un equilibrio perfecto entre los cuatro, podemos decir que es un vino redondo.

Tras esta etapa, se procede a determinar la textura (suavidad, untuosidad, astringencia, aspereza…), así como la vía retronasal, que se refiere a la sensación que nos deja el vino tras unos minutos en la nariz.

Es importante saber que el vino no debe tragarse, para que el alcohol no entre en el torrente sanguíneo y el catador no se intoxique.

Por último, se indica el final del vino, tanto en términos de cualidades sensoriales (final agradable, acidez, etc.) como de duración (largo si dura entre nueve y doce segundos, corto si dura menos de dos segundos).

Las primeras etapas del curso online de cata de vinos nos introducirán en la larga historia del vino, dándonos un mejor conocimiento de esta bebida, considerada sagrada por muchas culturas, que servirá de base para el desarrollo del curso.

A continuación, se definirán claramente los conceptos básicos asociados a la cata de vinos y su entorno, y nos adentraremos en el mundo de la cata de vinos y en las técnicas utilizadas por los expertos para definir las cualidades de un vino.

El curso de cata de vinos abarca todo el mundo del vino, explicando todo el proceso de producción y elaboración del vino y los detalles que afectan a la configuración de la calidad resultante de un vino durante el proceso. Esto incluye el conocimiento de los ciclos de vida de los viñedos y su cultivo, la vendimia, los tipos de uva y su composición, las zonas vitivinícolas del mundo por geografía… El curso de cata también incluye una introducción a la enología, la ciencia, la técnica y el arte de producir vino y las diferencias en la tipología del vino.

Después pasamos a la cata de vinos blancos, rosados y tintos, donde nos guiarán paso a paso para que todos nuestros sentidos (vista, olfato, gusto, oído y tacto) puedan apreciar y detectar las diferencias entre los vinos.

Por último, nos explicarán todos los detalles del servicio del vino y su entorno. Cómo servirlo, la temperatura para cada vino, la cristalería, los tipos de botellas, en definitiva, todos los atributos a tener en cuenta a la hora de la cata de vinos, todo ello acompañado de consejos de maridaje, las curiosidades del mundo del vino, sus cualidades y sus defectos…

En general si vas a estudiar un curso de cata de vinos online tendrás estas asignaturas. Acuérdate de revisar siempre a fondo el plan formativo, ya que es diferente de un centro de formación a otro.

¿Cuánto dura un curso online de cata de vinos? Un curso de estas características tiene una duración no inferior a unas 50 horas, pudiendo llegar a las 100 horas dependiendo de los módulos principales.

El mundo del vino está rodeado de un halo de pasión, sabores y aromas. Una bebida que transmite y seduce, pero que, para muchos, está llena de secretos e incógnitas.

Muchas personas confunden la profesión de enólogo o catador de vinos con la de sumiller. Y aunque estas tres profesiones están estrechamente relacionadas entre sí, también son muy diferentes.

Enólogo, sumiller y catador de vinos. Profesiones que forman parte del ciclo del vino, pero que se diferencian en cada una de sus fases por el valor que le aportan. Aunque pocas personas saben diferenciarlas claramente.

Enólogo

Antes de empezar a construir, siempre hay alguien que pone la primera piedra. Y ese alguien para el vino es el enólogo, la persona encargada del desarrollo técnico del vino y de la supervisión del proceso.

Es la persona más técnica. Su trabajo comienza en el viñedo, donde elige el tipo de uva que va a utilizar y el momento más adecuado para comenzar la cosecha.
Conocer el punto óptimo de la uva y controlar todo el proceso de producción hasta el embotellado son sólo algunas de sus tareas, porque el enólogo también está en los laboratorios donde trabaja en el proceso de vinificación y toma las decisiones necesarias hasta que el vino esté exactamente como él quiere.

Se trata de un proceso largo, al que hay que añadir todas las actividades de investigación e innovación en el ámbito de la viticultura y la enología que realizan a diario para sacar el máximo partido a la materia prima con la que trabajan antes de comercializar y vender los vinos que elaboran.

Sumiller o sommelier

El sumiller es la figura que aparece en otro momento del ciclo del vino, el que suele encontrarse en bodegas, hoteles, restaurantes, tiendas… El sumiller es la persona encargada de seleccionar los vinos que se van a ofrecer, comprar las botellas, almacenarlas correctamente y asesorar al cliente final en su elección.

Suele estar formado en el sector de la hostelería y, en cualquier caso, es siempre un profesional especializado. Es un experto en el mundo del vino, que esencialmente hace sugerencias de maridaje, cuidado y conservación en la bodega de un restaurante, elaborando listas de vinos y sugerencias.

Dado que el objetivo principal del sumiller es la cata de vinos, mucha gente confunde su profesión. Sin embargo, no hay que olvidar que este profesional es el responsable del análisis sensorial de las características del vino para luego hacer las recomendaciones oportunas.

Si estás interesado en esta profesión, puedes hacer un Curso de Sommelier Profesional Online.

Catador de vinos

Hay otra figura que debe diferenciarse del enólogo y del sumiller: el catador de vinos. Además de ser catador, también puede considerarse el juez del ciclo final del vino. Es la persona encargada de catar los diferentes tipos de vino para encontrar matices, sensaciones, aromas…

La técnica de la cata de vinos es más un arte que una ciencia, ya que requiere sensibilidad y sutileza en el lenguaje que transmite. Es una profesión en la que más de uno es autodidacta, aunque los catadores de vino profesionales suelen tener formación de sumilleres o enólogos.

Si quieres estudiar un curso de cata de vinos online, debes conocer el perfil profesional que se busca en este trabajo.

Aunque todo el mundo puede convertirse en catador de vinos, no todo el mundo puede ser un buen catador, porque esta disciplina requiere una serie de cualidades que no todo el mundo tiene. Todos los expertos coinciden, como podemos ver en sus artículos, en que un catador debe ser humilde, disciplinado y debe tener su propio criterio para no dejarse influir por los comentarios de otros catadores, pero un buen catador también debe tener y entrenarse constantemente en otras virtudes, y vamos a ver algunas de ellas.

El catador de vino tiene un cierto aire de frivolidad, ya que puede parecerse a un bebedor, pero mientras un catador puede ser un bebedor, un bebedor no siempre es un catador.

El bebedor goza del vino, el catador lo analiza; el primero utiliza el corazón y el segundo la cabeza. Tanto el profesional que ha hecho de su pasión su modus vivendi como el aficionado que presume ante los amigos tienen en común su pasión y amor por el mundo del vino y han adquirido sus conocimientos a base de esfuerzo y, en muchos casos, de forma autodidacta, adoctrinando los dos sentidos menos usados en el ser humano: el olfato y el gusto. En definitiva, es una actividad apasionante.

Si siempre te ha gustado el vino, degustar sus diferentes matices y saber qué vino elegir para cada momento, aprovecha este curso online de cata de vinos.

Aprenderás a realizar catas sencillas de los tipos de vino más significativos, identificando sus características y sabores básicos, utilizando el vocabulario y las fichas de cata adecuadas.

Con este curso, aprenderás a escuchar y comprender un vino, empleando los sentidos de la vista, el gusto, el olfato y el tacto. La cata de vinos será más rica y rentable gracias al dominio de la terminología de la cata y al conocimiento de la elaboración del vino.

Este curso reúne todos los contenidos necesarios para que, tanto si sabes mucho como si sabes poco de vinos, puedas tener una visión amplia y detallada del mundo del vino, para poder disfrutarlo al máximo con tu familia y amigos. Este curso de cata de vinos te permitirá descubrir el origen y la historia de los diferentes vinos, conocer el mundo de la cata y aprender a servir y beber las diferentes variedades.

Aunque elegir una profesión que nos guste es un aspecto muy importante de nuestra carrera profesional, también es importante elegir una profesión que nos ofrezca oportunidades profesionales. Así pues, una vez que sabemos cuál es la función del catador, tenemos que saber cómo puedes aplicarla.

Crítico de vinos

Como catador de vinos, puedes convertirte en crítico de vinos, que es quizás la profesión más obvia. Puedes especializarte en la cata de vinos y escribir tus críticas en publicaciones especializadas. Para ello, además de tus habilidades de cata, deberás tener facilidad para escribir, pero si no la tienes, no lo descartes, tus habilidades de redacción y comunicación también pueden ser entrenadas.

Asesor en restaurantes y hoteles

Otra opción es trabajar como empleado en restaurantes y hoteles, asesorando a los clientes y haciéndose cargo del vino, desde su compra, gestión y almacenamiento, hasta la adecuación del menú y la carta de vinos. Para ello, no basta con tener un buen olfato y un buen gusto, también hay que tener facilidad de palabra y capacidad para relacionarse con desconocidos, además de ser un buen administrador.

Catador en bodegas

También es posible trabajar en bodegas, participando en catas, presentaciones y degustaciones como experto y prestando apoyo comercial y técnico, así como colaborando con los viticultores. Si no te sientes cómodo escribiendo y no te gusta la atención al cliente, puedes trabajar como asesor o consultor de vinos.

Por supuesto, no olvides la formación como opción profesional. En cualquier caso, puedes formar a otros catadores.

Ahora que tienes una visión general de lo que puede hacer un catador de vinos, intenta analizar tus habilidades y piensa en lo que podrías hacer mejor. El sector del vino está actualmente en auge en España, así que si realmente te gusta este mercado, no esperes a empezar a formarte.